Presentación del Decálogo de Relaciones de Convivencia con el Agua creó un espacio de reflexión para mirar nuestra herencia ancestral sobre el cuidado del agua.
“El agua está viva, nos pide cuidado y nos deja fluir en alegría; pero el capitalismo y la industrialización privatizan el agua y nos roban los sueños. La Cota Mama (Madre Agua) mantiene viva la esperanza de los niños y de los pueblos”, fueron las palabras contundentes de jóvenes integrantes de Cadi Intiwatana durante la presentación de Decálogo de Relaciones de Convivencia con el Agua en la ciudad de La Paz en Bolivia.
Esta propuesta construida a partir de las reflexiones de niñas, niños jóvenes y adolescentes de Perú y Bolivia sobre la relación de convivencia con el agua desde una mirada ancestral.
A este espacio, llegaron autoridades locales del barrio AltoTacagua, dirigentes de la Isla del Sol, sabios de la comunidad, directores, profesores y estudiantes; así como especialistas en temas de agua y comunicadores sociales como la productora del cortometraje boliviano Abuela Grillo.
“Al agua debemos criarle, cantarle, tenemos que hacerle rituales para agradecer, y eso es lo que hemos estado haciendo. Estamos intentando subir a la currícula educativa estos saberes ancestrales en torno al agua”, señaló Juan Carlos Nina Bautista “Archi” de Intiwatana, coparte del Proyecto Regional Andino (PRA) en Bolivia.
“A veces no queremos mirar los saberes ancestrales, como crianza de los “yapus” (chacras en quechua) en espacios urbanos, con la siembra y cosecha de papa y hortalizas que crecen en nuestros barrios. Entonces, con esta presentación hemos querido mostrar que también en las ciudades podemos construir barrios de verdad, barrios conviviales adaptados al cambio climático”.
En tanto, Magdalena Machaca Mendieta, representante de la coparte peruana Asociación Bartolomé Aripaylla de Ayacucho, contó sobre la experiencia de siembra y cosecha de agua de lluvia.
Por su parte, los jóvenes de Intiwatana compartieron una reflexión sobre la importancia de revalorar la herencia ancestral sobre el cuidado del agua, asimismo hicieron un llamado a los jóvenes participantes a reconocer su origen, valorarlo y respetarlo. Además, hicieron diferentes representaciones teatrales y cuentacuentos en torno al agua
“El agua es persona como nosotros, aunque esta modernidad nos ha hecho creer que no. Además, necesitamos estar en convivencia con toda la naturaleza. No veamos al agua o a la naturaleza como recurso, porque son parte de nuestro entorno y la necesitamos para vivir bien”, señaló Adriana Salazar.