Plantean alternativas para conservar los ecosistemas de montaña desde la cosmovisión andina

Encuentro interregional tuvo como objetivo dar a conocer e intercambiar experiencias locales de conservación de agua en cabeceras de cuenca.

El pasado 12 y 13 de marzo se llevó a cabo en la ciudad de Huaraz el “Encuentro Interregional para las Buenas Prácticas Agua y Cambio Climático en las Altas Montañas”, este espacio de diálogo reunió a especialistas de distintas regiones, autoridades, representantes de instituciones vinculadas al agua, organizaciones de base como sabios y criadores de la biodiversidad, jóvenes, docentes, comités de Usuarios de Riego, entre otros.

Este evento estuvo orientado a intercambiar experiencias y buenas prácticas para la conservación de fuentes de agua en las zonas altas, en especial la siembra y cosecha de agua de lluvia, propuesta impulsada desde hace más de 25 años en Ayacucho a cargo de la coparte Asociación Bartolomé Aripaylla y que se viene implementando en Huaraz a cargo de la ONG CEDEP.

Durante la rueda de exposiciones, los especialistas mostraron su preocupación ante la situación de riesgo climático referente a la conservación de ecosistemas de alta montaña a la que se debe prestar mucha atención, ya que se pone en riesgo el bienestar de las poblaciones que dependen del suministro de agua cuyas fuentes se originan en las cabeceras de cuenca.

Asimismo, destacaron que existen diferentes enfoques para las estrategias en las buenas prácticas en agua y cambio climático, propia de la visión institucional o de cada programa de trabajo que se realizan en los ecosistemas de alta montaña, sin embargo, señalaron que es importante conciliar dichos enfoques en el objetivo común de preservar los ecosistemas de montaña y la biodiversidad.

Además, resaltaron la importancia de generar espacios que permitan continuar la conversación y, a su vez, reconocer la importancia de las buenas prácticas dependiendo de cada concepto, así como los roles y competencias de todos los que intervienen en una localidad o ámbito.

En este último punto, los especialistas expresaron que una buena práctica es reconocer el conocimiento local como una forma de comprender las condiciones de vida de una comunidad o localidad. Las propuestas de trabajo en ecosistemas de montaña no pueden obviar la cosmovisión de la población lo cual involucra una serie de conocimientos y saberes relacionados justamente a la vivencia con el territorio. El campesino conoce su chacra y sus montañas.

Parte de ese conocimiento reside en nuestros abuelos lo cual se puede ir perdiendo si no se recupera o se revalora dentro de la propia comunidad, Un aporte importante de cada institución sea pública o privada es promover el conocimiento tradicional en la población más joven, especialmente niños y niñas que puedan aprender de la experiencia y no se desvinculen de su comunidad y de su territorio ya que así aprenderán a valorarlo y protegerlo.

Finalmente, se planteó la necesidad de involucrar a las autoridades locales sean municipales y de la propia comunidad. Recuperar el respeto por la naturaleza significa involucrar a las autoridades y que se promueva una voluntad política de recuperar buenas prácticas lo cual deben incluirse en normas u ordenanzas que permita establecer políticas que se mantengan en el tiempo.

La conversación entre instituciones y con los pueblos y comunidades campesinas deben promoverse en todo ámbito e instancia sea local, regional o nacional. Cada lugar es una realidad distinta y se deben conocer no solo las necesidades sino los aportes de la población, así como su participación en las iniciativas que cada institución implementa.

No hay un conocimiento que por sí solo valga, entonces hablamos de la interculturalidad y el rol de las instituciones y la universidad en la generación de nuevos conocimientos interculturales es clave como por ejemplo investigar los ecosistemas y las plantas que se crían con el agua.

Salida de campo

En un segundo momento se realizó una visita de campo en el distrito de Shupluy, caserío de Poncos, Comunidad de Ecash, donde se realizó un ritual al agua y luego tomaron la palabra autoridades e invitados para exponer sus impresiones y resultados.

A la llegada al sector de Poncos, los comuneros, entre pobladores y dirigentes, condujeron a los asistentes a la zona de intervención en el proyecto trabajado con CEDEP, que consta de un área cercada de 17 hectáreas en la que sembraron alrededor de 4000 quenuales, planta llama agua, y la apertura de zanjas de infiltración, que ha logrado una importante cobertura vegetal en la zona.

Tras el recorrido se procedió a hacer el ritual de saludo al agua a cargo de Zenón Gomel, representantes de la coparte de ASAP – Puno, quien se encargó de buscar el ojo del agua para proceder al ritual que fue acompañado por música. La ofrenda consistió en coca, flores y chicha la cual fue ofrendada por todos los participantes.

Autoridades de la comunidad, del presidente del sector y de la alcaldesa de Shupluy destacaron los avances que se han logrado en el trabajo y a su vez señalaron que se necesita una mayor coordinación especialmente entre los sectores y la central de la comunidad para poder ampliar la experiencia y no caer en envidias o malos entendidos. La alcaldesa reiteró el apoyo de la municipalidad en esta experiencia.

Seguidamente tomaron la palabra los representantes del CEDEP, contando el proceso seguido para implementar las prácticas de siembra y cosecha de agua, destacando el rol del personal y de los pobladores, especialmente de los técnicos formados por la institución quienes estuvieron al pie de las acciones y visitaron a la institución para insistir en las prácticas. También destacaron la importancia del ritual siendo esta una práctica que se había olvidado en la zona y que es importante recuperar.

Por su parte, Karina Costilla, representante de la coparte de Urpichallay – Áncash, manifestó la importancia de la parte ritual y el respeto por la naturaleza y el cariño en la crianza del agua por lo que se trabaja de manera organizativa con las comunidades campesinas, niños y jóvenes, a nivel de la legislación tomando en cuenta los derechos de la naturaleza para la incidencia política y a nivel de escuelas proponiendo la inserción del saber local en el currículo.

Valerio comunero de Shumay tomó la palabra para señalar la importancia de recordar nuestros rituales que él hacía con sus padres y abuelos y que ahora ya se han dejado en su mayoría pero que hay abuelitos que aún hacen ofrendas, por ejemplo, la llama al agua en los tiempos de carnavales.

Los representantes de la Red Infantojuvenil AMAK destacaron la importancia de la participación de los jóvenes y niños en estas iniciativas y que justamente estaban impulsando la recuperación de saberes y el respeto a la naturaleza entre los jóvenes.

A continuación, los participantes tomando la palabra el alcalde Huaylas quien señaló que estaba interesado de incorporar acciones de siembra y cosecha de agua en su distrito y que no se tenía experiencia en eso por lo que requería la asistencia de las instituciones lamentando que las entidades públicas no manifestaran interés en trabajar intensamente este tema.

Por su parte, Magdalena Machaca de la coparte ABA-Ayacucho mencionó que era necesario que todo se trabaje comunitariamente pero que debían tomarse decisiones como lo hizo Quispillacta prohibiendo el pastoreo de caballos y ovinos en las alturas para no depredar el pasto y que se dieron reglas estrictas para el cuidado de las fuentes de agua y puquiales.

“El trabajo comunitario fue importante para construir las lagunas artificiales y eso ha mejorado la infiltración y la formación de puquiales en la parte baja. Es necesario recuperar la sabiduría y el cariño a la Pachamama y al agua y que el ritual fue importante para armonizar”, agregó la ingeniera Magdalena Machaca.

Para finalizar este encuentro, el grupo de asistentes se congregó en Marcará en el local de la Asociación Urpichallay, para realizar la escenificación sobre el “Decálogo de relaciones de convivencia con el agua y la biodiversidad” representado por los miembros de la Red Infantojuvenil AMAK de Urpichallay quienes mostraron parte de la cosmovisión local en una puesta en escena que busca concientizar sobre conservación de saberes y el respeto por la naturaleza.

Un comentario

  1. Lucía del Rosario Martínez

    Buen día!
    Desde Catamarca, Argentina me permito expresar mi beneplácito por esta propuesta.
    En Catamarca, no hay legislación (tampoco en el país) sobre la protección de los sistemas montañosos y en particular sobre la Región de Puna,
    Me interesa llegar con propuestas a algún legislador nacional.
    Atentamente .
    Lucía Martínez

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