Bautizo de las herramientas agrícolas

Niñas y niños adquirieron sus herramientas agrícolas para participar en las labores chacareas de la comunidad.

En la comunidad de Tuyo, distrito de Marcará (Ancash), como cada año, entre los meses de setiembre y octubre, según el calendario agrofestivo comunal, se inició la siembra de maíz y papa.

La actividad chacarera no solo convoca a padres de familia y abuelos de las comunidades, sino que además se involucra a los más pequeños en la crianza de la tierra y las semillas, esto permite crear un espacio donde se da la transmisión de saberes y prácticas que hacen posible la regeneración de la vida y la cultura en la comunidad. Es en el acto de criar, cuidar, proteger y cultivar al otro que se aprende.

Es así que, con la finalidad de continuar promoviendo la participación de niños, niñas y adolescentes en las actividades chacareras, el último fin de semana, diferentes familias de la comunidad de Tuyo pudieron acceder a los kits de siembra, que constan de semillas y herramientas agrícolas, para que las familias afectadas por la pandemia puedan continuar con las labores de producción y garantizar la campaña agrícola para los próximos meses.

Niñas y niños recibiendo picos y chusos, herramientas agrícolas.

En estos kits las familias recibieron también herramientas chacareras como picos y lampas para que los más pequeños de la comunidad puedan también participar de las labores de la siembra.  Así niñas y niños  ´bautizaron’ sus herramientas en un acto propio de la comunidad.

“Cuando los padres o los abuelos adquieren una herramienta pequeña, que es para los hijos o los nietos, lo hacen pensando que también ellos son parte de la chacra, y así como jugando van ayudar y aprender en la chacra. Cuando por primera vez se entrega la herramienta, les dicen a los niños que la cuiden, porque es la herramienta que les va enseñar a cultivar la chacra”, señala Wendy Graza de Urpichallay, organización coparte del Proyecto Regional Andino que viene promoviendo acciones de multiplicaciones de buenas prácticas para la promoción de la agrobiodiversidad en Perú y Bolivia, con el apoyo de tdh-Alemania y BMZ.

Como nos dice Wendy, este ´bautizo´ de las herramientas refleja esa trasmisión intergeneracional que se realiza de padres a hijos vía actividades de crianza.

“El padre le entrega al niño la herramienta en la chacra, cuando ellos reciben hacen un acto de ‘bautizo’ de las herramientas, que consiste en que el niño como jugando empieza la escarba de la chacra o a sembrar. Es el niño quien bautiza la herramienta en la chacra, quien enseña la herramienta a la chacra”, nos dice Wendy Graza.

La chacra es para las comunidades el principal espacio de vida, de interacción y aprendizajes para la vida. En palabras de Grimaldo Rengifo del PRATEC: “El lugar por antonomasia del aprendizaje es la chacra. Apreciamos la chacra como el lugar de la intersección entre el senti-pensar y el paisaje que lo circunda, una “zona de contacto” y de diálogo que se manifiesta en la crianza recíproca por el cual el humano previo permiso a sus deidades cría el paisaje natural para recrearlo en un paisaje criado, al tiempo que recíprocamente este paisaje animado lo cría a él. (…) De estas interacciones han brotado y regenerado saberes-haceres útiles para recrear comunidades en convivencia y armonía con la naturaleza y sus deidades”.