En Chapinuyo Macarí niños y niñas instalan diversos cultivos junto a las chacras de sus padres.
La IEP N° 70848 de Chapinuyo, está ubicada en la comunidad campesina de Selque, distrito de Macari, provincia de Melgar, región Puno. En Macarí predomina la actividad agropecuaria, con énfasis en la ganadería, básicamente en vacunos y alpacas, asimismo destaca por la alta vocación hípica de sus habitantes. En agricultura crían las familias todos los cultivos andinos en las laderas.

En la IEP estudian 19 niños y niñas en todos los grados, el prof. Arturo Anccori -director de la IEP- señala que gracias una modalidad combinada entre las emisiones radiales de APRENDO EN CASA, las comunicaciones telefónicas personales con los estudiantes, las visitas esporádicas a la IE y la comprometida ayuda de los padres de familia se logra satisfactoriamente el aprendizaje de los estudiantes en todas las áreas de aprendizaje.
Asimismo, reconoce este proceso -en tanto los padres de familia tiene participación significativa- como una modalidad de educación comunitaria. En ese marco, con el apoyo del PRA, en atención a la emergencia productiva y de la mano con el currículo se está implementando el proyecto de aprendizaje “Crianza de productos andinos ancestrales – Ayllunchikpa yachayninkunawan tarpusunchik (sembremos con los saberes de nuestro ayllu)”; los cultivos priorizados son la papa, cañihua y las engreídas (oca, illaco e izaño). La modalidad de siembra es el qatichi (sumar o seguir a la siembra grande), es decir cada estudiante siembran las semillas proporcionadas por el proyecto junto a la chacra de la familia, es una chacrita adicional cuidado por el niño o niña.
En la segunda quincena de setiembre y la primera de octubre se ha recolectado y sembrado, por ejemplo 38 arrobas de papa, entre ellas las variedades qumpi, ch’aska, wayru, p’itikiña, lumu, qhachun waqachi, etc; estas semillas son acogidas con mucho cariño, especialmente por las niñas y niños de esta IE; así mismo se implementó con herramientas tanto agrícolas como ornamentales para criar hortalizas en el fitotoldo escolar; este fitotoldo, antes de la pandemia, ha proveído de diversas verduras frescas permanentemente para la alimentación diaria de los estudiantes en la escuela.
Entre las actividades pedagógicas desarrollan la competencia “se comunica oralmente en su lengua materna y castellano como segunda lengua” en el área de comunicación; así mismo la valoración de la crianza de los productos andinos recordando las señas, secretos, y otros en la competencia “afirmación de su identidad” en el área personal social; y la competencia “diseña y construye soluciones tecnológicas”; en el área de ciencia y tecnología; todo ese proceso depende directamente de la acción en el trabajo agrícola que desarrollan las familias con la participación de los niños y niñas.




Conforme permita la situación de emergencia sanitaria -también- se está promoviendo el consumo de los alimentos en base a los productos de la propia chacra, como una forma de valorarlos y generar en los estudiantes la actitud de compartir las comidas de cada cual. Esa práctica es propia de las familias, se llama quqaw mast’ay (extender la comida) para compartir entre todos, en este caso entre los niños y niñas de la escuela.
Todas estas actividades de educación comunitaria son posibles, reitera el prof. Anccori, con el comprometido aporte directo de padres, abuelos y sabios de comunidad. Desde antes los proyectos “crianza de chitas”, hoy el “hampi wayaqa” y “aylluypa yachayninkuna” se están implementando con éxito y son funcionales y pertinentes a la realidad social, cultural y ecológica de los niños y sus familias. En la intención de mostrar los procesos dentro de la escuela, algunos proyectos desarrollados se pueden ver en las redes sociales de la IE “Chapinuyo Macari” y de la “Red Musuq Illariy”.