NOTA SOBRE DIÁLOGO DE SABERES
(JORGE ISHIZAWA)
Entendida el diálogo de saberes como la relación mutuamente enriquecedora entre personas y culturas, puestas en colaboración por un destino compartido. Para hacer diálogo de saberes necesitamos de ambos saberes o formas de conocimiento: el occidental moderno y el propio que surge como componente esencial de un modo de vida distinto, en una relación de equivalencia para el buen vivir.
La comprensión de la ciencia como la fundamentación del sentido común de una comunidad epistémica, comunidad de saberes que comparte un modo de vida que incluye una cosmovisión o manera de aproximarse al conocimiento y al mundo. En base a ello el autor afirma que una comunidad altoandina o altoamazónica es una comunidad epistémica que comparte la idea de que todos saben (saben los cerros, las piedras, las cochas, los ríos, los árboles, los animales…). La diferencia con la comunidad tecnocientífica convencional es que no hay lugar para la exclusión, todas valen.
Todo saber es el resultado de un mutuo acompañamiento, el acompañante es también acompañado, el criador es criado. En ese sentido nos invita tener la convicción de que podemos aprender unos de otros, en que podamos formar juntos una comunidad epistémica siempre abierta y la convicción renovada de que cada una de las comunidades tiene algo que aportar que será valiosa para la otra que contribuye en la regeneración de la vida del planeta.